Nosotr@s
Somos Andria, Ariana y Gustavo. Aunque nacimos en la ciudad y mantenemos varias actividades en Montevideo, cada vez nos sentimos más de aquí.
Llegamos a la chacra en 1998. No había luz, ni agua, ni caminos, ni … Desde entonces hemos trabajado permanentemente en la mejora del medio natural y productivo. El manejo orgánico y el aumento de la biodiversidad han sido criterios sostenidos desde el inicio. Hasta hoy hemos plantado y cuidado unos 1.200 árboles en la chacra, de al menos 100 variedades diferentes (la tercera parte son árboles nativos). Aquí puedes conocer más sobre nuestros árboles.
En 2014 iniciamos el cultivo de 415 nogales pecan, que ocupan unas 5 hectáreas de Oveja Negra y hoy son la principal actividad productiva de la chacra.
En 2025 terminamos las instalaciones para comenzar a recibir visitas, paseos didácticos y ofrecer el espacio a quienes quieran celebrar encuentros entre amigas, amigos y familias.
Organizar los quince de Francisco fue un lio hermoso. Porque no queríamos el típico cumpleaños de salón, con luces que parpadean como si uno viviera dentro de un boliche, ni bandejitas con canapés tristes. Queríamos otra cosa. Algo que se pareciera más a él, a nosotros, a la idea de pasarla bien sin perder el tiempo en formalidades.
Y ahí apareció la Chacra Oveja Negra. Que no es un salón de fiestas ni un servicio de catering ni un alquiler de sillas blancas. No. Es un lugar con pasto de verdad, cielo de verdad, ovejas de verdad (creo que había una oveja, o capaz era un perro, no importa). Y sobre todo es un lugar donde trabaja gente que no parece estar trabajando, sino que parece que te invitaron a su casa y quieren que estés cómodo porque te quieren mucho.
Después está la comida, claro. Porque uno puede estar en el paraíso, pero si te sirven un sándwich frío de jamón y queso, se cae toda la ilusión. Pero no. Acá había panes caseros —con gluten, sin gluten, con ganas— acompañados de hummus originales, de esos que probás y pensás "¿por qué no comemos hummus así todos los días de nuestra vida?". Y después llegaron las pizzas, que eran un capítulo aparte. Masa finita, crujiente, sabores inesperados, de esas que no se pueden contar, sólo comer. Y jugos naturales hechos con las frutas de la chacra, tan frescos que por un rato nos olvidamos que existen las gaseosas.
El equipo dejó todo. Todo. Corrieron, sirvieron, armaron, desarmaron, y cada vez que pensábamos “capaz esto es mucho pedir”, ellos ya lo estaban resolviendo antes de que abriéramos la boca. Pero más allá del servicio impecable (que lo fue), lo que más nos llevamos es que había cariño en cada detalle. Amor del bueno. De ese que no se cobra aparte ni figura en el contrato.
La pasamos increíble. Francisco también. Y nos fuimos con la certeza de que, además de fotos que van a sobrevivirle a los celulares, nos llevamos un recuerdo que vamos a cuidar porque fue real.
La Chacra Oveja Negra es un hogar. Y durante ese día, fue el nuestro.
Y ahí apareció la Chacra Oveja Negra. Que no es un salón de fiestas ni un servicio de catering ni un alquiler de sillas blancas. No. Es un lugar con pasto de verdad, cielo de verdad, ovejas de verdad (creo que había una oveja, o capaz era un perro, no importa). Y sobre todo es un lugar donde trabaja gente que no parece estar trabajando, sino que parece que te invitaron a su casa y quieren que estés cómodo porque te quieren mucho.
Después está la comida, claro. Porque uno puede estar en el paraíso, pero si te sirven un sándwich frío de jamón y queso, se cae toda la ilusión. Pero no. Acá había panes caseros —con gluten, sin gluten, con ganas— acompañados de hummus originales, de esos que probás y pensás "¿por qué no comemos hummus así todos los días de nuestra vida?". Y después llegaron las pizzas, que eran un capítulo aparte. Masa finita, crujiente, sabores inesperados, de esas que no se pueden contar, sólo comer. Y jugos naturales hechos con las frutas de la chacra, tan frescos que por un rato nos olvidamos que existen las gaseosas.
El equipo dejó todo. Todo. Corrieron, sirvieron, armaron, desarmaron, y cada vez que pensábamos “capaz esto es mucho pedir”, ellos ya lo estaban resolviendo antes de que abriéramos la boca. Pero más allá del servicio impecable (que lo fue), lo que más nos llevamos es que había cariño en cada detalle. Amor del bueno. De ese que no se cobra aparte ni figura en el contrato.
La pasamos increíble. Francisco también. Y nos fuimos con la certeza de que, además de fotos que van a sobrevivirle a los celulares, nos llevamos un recuerdo que vamos a cuidar porque fue real.
La Chacra Oveja Negra es un hogar. Y durante ese día, fue el nuestro.
Chacra La Oveja Negra, es el lugar para los amantes de la naturaleza. Se pueden hacer caminatas, paseos en bicicleta, Paseos Familiares, Juegos Didácticos, Reuniones, Celebraciones y otras actividades al aire libre.
Al llegar, nos encontramos con varios caminos, llenos de grandes arboles, ideales para quemar calorías y disfrutar de un ambiente 100% natural.
Cada vez que avanzavamos encontramos lugares que se adaptan a todos los miembros de la familia, desde los niños hasta los abuelos.
Desde pequeños tajamares, una basta extension sembrada con arboles de nueces Pecan, un grupo hermoso de ovejas, caballos y hasta un paseo en tractor disfrutamos!
Y como llegue a este lugar? Pues muy fácil, me encontraba abrumado en la ciudad, y pensée… ¿Qué tal un paseo por el campo? Sí, por favor.
Acércate a la naturaleza y hazle ese regalo a tu cuerpo y mente.
¡Visita su web y descubre todo lo que tienen para ofrecer en la Chacra oveja negra!
Al llegar, nos encontramos con varios caminos, llenos de grandes arboles, ideales para quemar calorías y disfrutar de un ambiente 100% natural.
Cada vez que avanzavamos encontramos lugares que se adaptan a todos los miembros de la familia, desde los niños hasta los abuelos.
Desde pequeños tajamares, una basta extension sembrada con arboles de nueces Pecan, un grupo hermoso de ovejas, caballos y hasta un paseo en tractor disfrutamos!
Y como llegue a este lugar? Pues muy fácil, me encontraba abrumado en la ciudad, y pensée… ¿Qué tal un paseo por el campo? Sí, por favor.
Acércate a la naturaleza y hazle ese regalo a tu cuerpo y mente.
¡Visita su web y descubre todo lo que tienen para ofrecer en la Chacra oveja negra!
Una experiencia hermosa, permite descansar y desconectarte para disfrutar de la naturaleza. Ideal para visitar durante todo el año!
Un lugar lleno de paz, naturaleza y amor por el entorno. Gustavo el mejor anfitrión, nos explicó y contó acerca del proceso de los nogales, conocimos las ovejas y terneritos. Hermoso para conocer en todas las estaciones. Un lugar con potencial para múltiples actividades.
La chacra Oveja Negra es un espacio amigo con la naturaleza. Una vez que uno cruza la portera siente que entra a otra dimensión … una donde los sentidos están de fiesta ante tanta belleza y tranquilidad… un tesoro apenas a 45 minutos del cemento y el ruido de MVD, con anfitriones cálidos y amables.
Pasamos un hermoso día en contacto con la naturaleza, picnic con un fogón que armaron los niños, mirador sobre un tajamar, paseo en tractor, contacto con las ovejas, picadito de fútbol y un entorno de árboles y campo espectacular! Gustavo y familia nos recibieron en su casa con una gran hospitalidad mostrándonos todos los lugares su chacra que le han dedicado mucho trabajo y sobre todo cariño! Muy recomendable y volveremos a ir para sacar las nueces tan ricas de los árboles. Nos trajimos varias también para seguir disfrutándolas!
